La gorila Samantha del zoo de Erie en Pensilvania EEUU, desde que murió Rudy un macho en el 2005, estaba triste y solitaria.
Como la gorila ya tiene 47 años y es demasiado vieja para aparearse así que han decidido regalarle un compañera conejo.
Los dos se llevan de maravilla y Samantha rasca la barriga y comparte su comida con Panda, el conejo.
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