En el zoo de Denver dos empleadas salvaron la vida a un tapir malayo. Se encargaron de los primeros auxilios, teniendo que romper con las manos la placenta y después al ver que el animal seguía sin dar señales de vida, le hicieron el boca a boca.
Ahora tanto la mamá Rinny como el pequeño Dumadi se encuentran en buen estado de salud.
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